El Instituto de Automática e Informática Industrial (Instituto ai2) de la Universidad Politécnica de Valencia ha diseñado unas garras mecánicas que una vez acopladas a un robot industrial lo dotan de capacidad para decidir con autonomía si un producto hortofrutícola está lo suficientemente maduro como para ser envasado o no.
El IMPA (Inspección y Manipulación de Productos Alimenticios), continuación de otros proyectos que se han estado desarrollando durante los últimos cuatro años y en el que el Instituto ai2 de la Politécnica de Valencia seguirá trabajando durante todo 2011, busca añadir esta capacidad de decisión al tiempo récord con el que los robots industriales manejan los alimentos. La garra diseñada por el Instituto ai2 no solo opera en menos de un segundo sino que, en ese mismo plazo, es capaz de decidir y clasificar la fruta o verdura por nivel de madurez.
Una vez analizada la incidencia de los robots industriales en los alimentos, los investigadores del instituto ai2 han dotado a las garras de unos sensores que miden la frenada en el impacto que producen los dedos de la garra a la hora de coger un calabacín o un plátano. De esta forma, no solo evitan dañar el producto, sino que deciden, mediante la cantidad de presión ejercida sobre él, cuál será su destino en la cadena de producción.
El instituto ai2 de la Universidad Politécnica de Valencia lleva ya más de cinco años colaborando con empresas de renombre como el grupo Dulcesol, con quien trabaja en diversos proyectos relacionados con el diseño de herramientas para la manipulación de bollería industrial.
El Instituto de Automática e Informática Industrial (Instituto ai2) de la Universidad Politécnica de Valencia ha diseñado unas garras mecánicas que una vez acopladas a un robot industrial lo dotan de capacidad para decidir con autonomía si un producto hortofrutícola está lo suficientemente maduro como para ser envasado o no.
El IMPA (Inspección y Manipulación de Productos Alimenticios), continuación de otros proyectos que se han estado desarrollando durante los últimos cuatro años y en el que el Instituto ai2 de la Politécnica de Valencia seguirá trabajando durante todo 2011, busca añadir esta capacidad de decisión al tiempo récord con el que los robots industriales manejan los alimentos. La garra diseñada por el Instituto ai2 no solo opera en menos de un segundo sino que, en ese mismo plazo, es capaz de decidir y clasificar la fruta o verdura por nivel de madurez.
Una vez analizada la incidencia de los robots industriales en los alimentos, los investigadores del instituto ai2 han dotado a las garras de unos sensores que miden la frenada en el impacto que producen los dedos de la garra a la hora de coger un calabacín o un plátano. De esta forma, no solo evitan dañar el producto, sino que deciden, mediante la cantidad de presión ejercida sobre él, cuál será su destino en la cadena de producción.
El instituto ai2 de la Universidad Politécnica de Valencia lleva ya más de cinco años colaborando con empresas de renombre como el grupo Dulcesol, con quien trabaja en diversos proyectos relacionados con el diseño de herramientas para la manipulación de bollería industrial.