El cambio climático, está provocando desafíos de gran calado para el mundo vegetal, y uno de ellos es diseñar mecanismos que protejan a las plantas contra la sequía. El objetivo sería poder tratar a las plantas con productos que mejoren sustancialmente su resistencia a fenómenos de falta de agua, permitiendo el mantenimiento de las mismas hasta restaurar las condiciones óptimas. Suena a ciencia ficción, pero gracias a este nuevo desarrollo es posible.